Katherine Chaverra (21 años)
Mi trayectoria tanto artística como personal dentro de la corporación Jóvenes Creadores del Chocó ha sido una grandiosa. Este espacio me ha permitido conocer, compartir y convivir con personas que son muy importantes para mí, tanto que consideró este espacio como mi segundo hogar y aquellas personas tan especiales como mi segunda familia.
Ser parte de JCH siempre ha sido un gran orgullo para mí y me siento tan privilegiada al estar hoy aquí.
Les cuento, desde el momento que ingresé a la corporación sentí que algo en mi vida cambió, ¡claro!, para bien, porque en este espacio yo me sentí, me siento y me sentiré siempre segura y protegida.
Es un espacio que te genera confianza, tanto hacia los otros como consigo misma; ya que nadie te juzga, nadie te señala por tu pasado, no se burlan de ti, si lo haces mal al contrario te brindan apoyo colectivo para poder superar, trabajar y mejorar. Se respeta y se acepta sin importar la forma de ser de la persona y se tiene siempre en cuenta las opiniones desde el más pequeño hasta el más grande.
En la corporación he aprendido muchas cosas que nunca creí que yo podría hacer, como bailar diferentes ritmos, contar historias a través del cuerpo, tener confianza en sí misma, desarrollar y explorar nuevos movimientos con mi cuerpo, transmitir y expresar a través del rostro, a través de la mirada.
He tenido la oportunidad de estar en diferentes eventos, conocer grandes e importantes espacios.
Gracias al apoyo de la corporación, desde el 2018 me estoy formando como licenciada en pedagogía infantil, lo que agradezco y estaré eternamente agradecida por todo lo bueno que han brindado y aportado a mi vida.
Mi mayor propósito con este proceso es aprovechar todo lo que aprendo para aportar, aplicar e inspirar a muchos niños, niñas, adolescentes y jóvenes de nuestro territorio; para que puedan ver el arte como el arma que nos defiende de la violencia. Un arte que rescate, sane y forme un mejor ser.
Me despido no sin antes decir que la corporación jóvenes creadores del Chocó me ha enseñado y demostrado que sí existen las oportunidades y vale la pena soñar y luchar por ello.
Jhonnyer Andrés Mosquera Valencia (19 años)
Es muy bacano recordar ese 21 de febrero de 2017, fecha en la cual ingrese a Jóvenes Creadores del Chocó asumiendo muchísimos retos. Siempre seguía y admiraba mucho este grupo desde redes sociales, pero nunca había dado el primer paso de sentir y vivir lo que ellos hacían.
Cuando entre a la corporación, ensayaban en la calle o en un colegio que se llama Departamental en Quibdó, recuerdo que habían más de 200 personas en una cancha con ya una experiencia y un acople como grupo, nuevos solo había unos cuantos.
En el marco de la danza urbana en Quibdó y en JCH, el exótico ha sido pionero. Sin embargo, ese era el ritmo que yo no sabía, así que los primeros días, las primeras semanas fue difícil, recuerdo que nos tocaba ensayar en las calles, llevarnos todo el sol y cargar el bafle durante aproximadamente 1 hora.
En muchas ocasiones pensé que no podría aguantar todo lo que implicaba semejante reto, y no les miento, hasta pensé en retirarme. Pero tenía claro que si era disciplinado y colocaba de mi parte podría superar esos obstáculos hasta lograr ser una persona destacada artísticamente y exitosa en el campo profesional.
De casi 300 personas, quedamos 30. Fue una baja realmente grande, pues no teníamos espacio donde ensayar y las calles se colocaban peligrosas.
Estos hechos me motivaron a despertar mi espíritu de liderazgo, sentía que tenía muchísimo que aportar al grupo. Entonces, me esforcé incansablemente por abrirme espacios dentro de JCH y ser mejor bailarín, adoptar técnicas que me permitieran soltarme. En esta etapa, aprendí muchísimo de mis profesores y compañeros y sobre todo aprendí mucho de mí y me desafiaba cada día a ser mejor de lo que era el día anterior.
Aprendí a crear, a soñar en familia. Pero lo más importante ha sido aprender a bailar contando y narrando nuestras historias. En JCH aprendí a convivir, a escuchar, a ayudar, aprendí a bailar afro Danza y estoy en un proceso de aprender exótico jeje, aprendí a estar cuando me necesitan, a ser más humano, más persona.
Miguel Alonso Palacios Torres (21 años)
Este proceso formativo y cultura ha sido enriquecedor para mi vida; ya que, gracias a él he aprendido a ser mucho más sociable. He aprendido a comunicarme de una manera afectuosa, he aprendido a que no todo es a mi manera, sino que hay que ponerse en los zapatos del otro, para entender sus problemas y poder ayudar a solucionarlos desde mis capacidades, he aprendido a como construir esa estrategia para la ayuda.
Gracias a Jóvenes Creadores yo he cambiado de mentalidad, me ha ayudado a tener más claro que quiero para mi vida, de que quiero vivir, que quiero hacer en mi vida. Son muchos los conocimientos que he adquirido por medio de este proceso, he conocido nuevas culturas, ritmos y lugares, porque JCH me ha dado la oportunidad de viajar y conocer mucho.
He viajado a Bogotá, Medellín, Cali, Pamplona-Santander, a presentarme en espacios y eventos tan importantes que nunca creí llegar a pisar como: All Dance Colombia, Golden Dance Cup, One Young World (donde asistieron líderes de todo el mundo), Teatro Colón, Teatro Jorge Eliecer Gaitán, Teatro Jorge Isaac, Palco (Bogotá), Exposiciones en Medellín, Día de la Independecia en Cali y Pamplona, dos Bienales de Danza en Cali, Visión Afro 2025 en la Universidad ICESI, con obras como: Revolución Pazcifica y Desde La Orilla. También he tenido la oportunidad de Viajar a Madrid-España en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) y al Festival MicBr en Saõ Paulo (Brasil).
He aprendido mucho de todo esto que he vivido, porque me ha ayudado a ver con más claridad en que tengo potencial y a partir de ahí construir mi proyecto de vida.
Cada día que pasa me enamoro más de la danza y de mi proceso en Jóvenes Creadores del Chocó. Hoy en día vivo felizmente agradecido porque gracias a ellos, y a mí por supuesto, he podido conocer personas que son para muy valiosas.
Ser parte de Jóvenes Creadores Del Chocó ha sido la experiencia más bonita de mi vida.